Este fin de semana del 3,4 i 5 de Agosto la fórmula 1 viajaba a Mogyoród (Budapest, Hungría), ciudad más conocida por acoger otro fin de semana a todas las escuderías junto con los miles de apasionados del motor en una cita más del calendario en el mítico circuito de Hungaroring. Hablamos de un circuito donde el adelantamiento es más difícil de lo que parece a pesar de que posee dos zonas donde está permitida la activación del DRS, las dos situadas en el primer sector. Estas son, prácticamente, las dos únicas zonas donde el adelantamiento, en condiciones normales, es posible ya que al salir de la curva tres las condiciones no son las más adecuadas para intentarlo. La alta velocidad, el poco espacio y la poca carga aerodinámica que existe en las siguientes curvas provocan que aquel que tenga la posición ganada acabará la vuelta conservando esta misma.

Las espectativas para este gran premio eran muy altas después de ver unas últimas carreras de ensueño, de aquellas que hacía tiempo que no habíamos podido disfrutar. A pesar de que muchos creían que no podría estar a la altura, había ciertos aspectos que indicaba que se nos avecinaba una carrera cuanto menos entretenida. Los Ferrari con diferentes problemas en los anteriores gran premios eran los más rápidos en el primer sector con mucha carga aerodinámica pero excesivamente lentos en el resto de sectores donde encontrábamos las curvas más lentas. Todo lo contrario con los monoplazas de Red Bull que dominaban mayoritariamente los dos últimos sectores. Los Mercedes, en su línea, eran rápidos en cualquiera de los tres sectores y, un fin de semana más, eran los favoritos para llevarse el mayor número de puntos y firmar su octavo doblete.
Llegó el Sábado y nos esperaba una emocionante fase de clasificación donde veríamos si los Ferrari podrían plantar cara o, simplemente, se jugarían la pole los pilotos de Mercedes y Red Bull. De momento, la Q1 no empezó de la mejor manera para la escudería italiana, después de que Charles Leclerc hiciera un trompo y se fuera contra el muro en la última curva del circuito. Por suerte, los daños no fueron de alta gravedad y el piloto ya había marcado un tiempo suficientemente alto como para acceder a la Q2. Eso sí, los mecánicos de Ferrari tenían mucha faena e iban a contrareloj. Sin más sorpresas y incidentes en la primera fase, salvo la eliminación del Renault de Daniel Ricciardo que partiría desde la decimoctava posición. En la Q2, caía otro Renault consagrando un fin de semana poco favorable para los galos Y Leclerc conseguía llegar a tiempo para entrar en la tercera fase salvando, así, la papeleta para los «Tifosi». En esta fase, poco más que añadir, ningún hecho determinante que destacar, excepto el gran trabajo de Carlos Sainz clasificándose de nuevo para pelear con los más rápidos en la Q3. Comenzaba la última y definitiva fase y todos salían de «box» para marcar su primer tiempo. Parecía que ninguno de los Ferrari podría plantar cara a los Mercedes y los Red Bull por la pole y Max se ponía en cabeza momentániamente. Hamilton y Bottas eran los únicos que podían arrebatarle la pole al holandés pero, a pesar de que fueron muy rápidos, no fueron capaces de ello y Max Verstappen lograba la primera pole de su carrera.

El joven holandés tenía una gran oportunidad de llevarse el triunfo partiendo desde la primera fila de la parrilla pero los dos Mercedes que le precedían estaban ansiosos por disputarle la carrera y aguarle la fiesta al piloto de Red Bull. Llegó la hora que todos los aficionados esperan con mucha impaciencia, la hora en la que empieza una batalla entre 20 pilotos para llegar a lo más alto, llegó la hora de que se apagasen los cinco semáforos y empezara el verdadero espectáculo, la carrera. Verstappen no debía cometer ningún error en la salida como le sucedió en Alemania si quería aguardar la primera posición. Pudo con la presión y aguantó cerrando al Mercedes de Lewis Hamilton que se lanzó a morder al holandés. Bottas se emparejó con el británico en la salida de la primera curva, pero Lewis se lanzó por el exterior de la segunda ganando el interior para la tercera y adelantándo al finlandés en una maniobra espectacular. Valtteri salió perjudicado de la pugna y llegó a tocarse con Leclerc perdiendo velocidad por un daño en su alerón delantero. Bottas perdía posición con los Ferrari y estaba frenando a Sainz ya que no entraba en boxes. Finalmente lo hizo y cayó hasta el último puesto.

Verstappen tiraba y se separaba del grupo pero Hamilton le seguía muy de cerca pero no lograba entrar en la ventana de DRS para intentar el adelantamiento. LLegados a la vuelta 26, Max paró en boxes y Hamilton se puso líder buscando un «overcut» ganando distància respecto al Red Bull para salir delante de él en su parada en boxes. Hamilton exprimió su monoplaza pero los tiempos de Verstappen eran mucho mejores. Por esta razón, Hamilton paró lo antes posible para no perder comba y salir cerca de él. A pesar de rodar más lento salió muy cerca del alerón trasero del monoplaza de Max y tras unas vueltas logró colocarse a menos de un segundo. Hamilton no se lo pensó dos veces y le tiró el coche en la primera curva. Max le cerró muy bien la puerta pero llegaron a la segunda, prácticamente, con los dos monoplazas en paralelo, pero Verstappen mantuvo la posición. El británico no había dicho su última palabra y se tiró en la subida a la cuarta curva donde la velocidad es muy alta y es muy arriesgado adelantar. Este se volvió a poner en paralelo, pero no pudo mantener la trazada y se fue largo fuera del circuito. El Red Bull ganaba unos segundos para coger un poco de aire. Mientras, los dos Ferrari luchaban entre ellos con diferentes estrategias para ganar su partda personal y Vettle bastante lejos pero con neumáticos nuevos le recortaba varios segundos por vuelta a Charles Leclerc. Carlos rodaba quinto seguido del Red Bull de Gasly que no era capaz de adelantarlo ante las contínuas defensas del piloto madrileño de Maclaren.

La batalla por el primer puesto continuaba pero sin éxito para el británico hasta que, a falta de veinte vueltas para el final, decidió entrar en boxes y calzar neumáticos blandos. Todo el mundo se quedó sorprendido por esa desición y no entendían que teniendo a Max a poco más de un segundo decidiera parar para ahora tenerlo a veinte segundos. El equipo de Mercedes sabía perfectamente lo que se hacían y, a pesar de que Lewis Hamilton no las tenía todas de que esa hubiese sido una buena decisión, solo le quedaba apretar todo lo posible para intentar atrapar al holandés. Las vueltas iban pasando y el mercedes de Lewis iba pintando de morado, prácticamente cada vuelta y cada vez se acercaba más al Red Bull de Verstappen. Le recortaba más de un segundo por vuelta ya que los neumáticos del cabeza de carrera cada vez estaban más desgastados. Quedaban cinco vueltas y Max ya veía por el retrovisor al británico que se encontraba solamente a tres segundos. Tenía los neumáticos destrozados y tenía al británico presionándole cada vez con más insistencia. La diferencia de gomas era tan grande que Hamilton a falta de cuatro vueltas del final le arrancó las pegatinas a Max y se colocó líder de la carrera después de un adelantamiento, sin complicaciones, por el exterior en la primera curva del circuito. Después de mucho sufrimiento para Mercedes, su estrategia se cumplía y ahora lideraban la carrera. Por otra parte, Carlos seguía defendiéndose con uñas y dientes de Gasly que no encontraba la manera de arrebatarle el quinto puesto. Vettel había logrado alcanzar a Leclerc y se había colocado en tercer lugar cerrando el podio. Bottas desde la última posición había remontado hasta el octavo puesto doblado por la cabeza de carrera.

Finalmente, se mostró la bandera de cuadros para Hamilton ganando una carrera muy trabajada por, absolutamente, todo el equipo de Mercedes. Una estrategia muy arriesgada pero muy bien cortejada por la escudería alemana y que se acaba llevando la victoria en Hungría. Ya saben como dice el dicho: «Quien no arriesga no gana», en Mercedes no tenían nada que perder, arriesgaron y se alzaron con el triunfo. Carrerón también, una vez más, de Max Verstappen que no pudo hacer más logrando el segundo puesto después de liderar gran parte de la carrera y Sebastian Vettel que, muy lejos del nivel de Mercedes y RedBull, le había ganado la partida a su compañero de equipo Charles Leclerc. Una carrera diferente a las que veníamos viendo en los últimos gran premios, pero otra carrera más que nos deja asombrado y con ganas de más. Una carrera donde la estrategia alza al campeón de Hungaroring que se marcha de vacaciones con los deberes hechos convirtiéndose en más líder que nunca en el campeonato de pilotos y que recibe el nombre de Lewis Hamilton.
